Las clases presenciales ofrecen la oportunidad de colaborar con otros estudiantes en actividades y proyectos, lo que promueve el trabajo en equipo, la creatividad y el pensamiento crítico.
Las y los docentes pueden proporcionar atención personalizada en el aula, lo que ayuda a las y los estudiantes a entender mejor los conceptos y a obtener retroalimentación inmediata sobre su progreso.
Las clases presenciales proporcionan un ambiente de aprendizaje seguro y controlado, donde las niñas, niños y adolescentes pueden sentirse seguros y protegidos mientras aprenden.